miércoles, 12 de julio de 2017

Manos atadas

Manos atadas. 
Lisiada luz al fondo del túnel.
No existe un tiempo concreto,
sino su continuidad. 
Por eso, suceden los cuerpos,
se quiebran tras herirse.
Manos atadas.
La vida es nada. Descansas
después de la misma visión.
Se agitan las llamas.
Un hombre llama a otro.
No lo reconoce todavía.
Se parece a su padre.
Están muertos. Caminan
entre los prometidos árboles. Piensan
que, en el repecho, alguien,
que ha renunciado a mirar,
los soltará para empezar de nuevo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: